Ya nos ha pasado en varias ocasiones: personas supuestamente interesadas en adoptar alguno de nuestros perros y/o gatos que se echan atrás al ser informados de los trámites necesarios para llevar a cabo la adopción del animal por el que están interesados…

Hoy hemos decidido explicarlo, para que todo el mundo lo entienda.

Por qué

El cuestionario: cuando una persona nos llama o escribe diciendo que está interesada en adoptar uno de nuestros animales, le hacemos llegar un email en el que se le informa de que el primer paso es contestar a un breve cuestionario. En este cuestionario se hacen preguntas tanto de ámbito personal (a qué se dedica, cuánto tiempo tiene libre al día o a la semana, qué suele hacer durante sus vacaciones…), como relacionadas con animales (si sabe cuánto vive una mascota, las necesidades que tiene, los gastos que acarrea…). ¿Por qué? Porque la asociación se preocupa por los animales que custodia, los conoce, los quiere y su fin último es garantizar que ese animal que va a dar en adopción va a estar en buenas manos y que la adopción va a resultar exitosa, aportando felicidad a todas las partes (el animal, el adoptante y la propia asociación). Para lograr esto, es necesario conocer mínimamente las condiciones en las que vivirá ese animal y la implicación que demuestra su posible adoptante. Las protectoras no son “tiendas” en las que ves un animal precioso del que te enamoras al instante y te lo puedes llevar sin más. La mayoría de los animales de las protectoras y asociaciones de animales han sido rescatados de vidas penosas, maltrato y abandono, por lo que muchos de ellos tienen necesidades especiales que sólo la asociación conoce en ese momento, por lo que es sumamente importante que el posible adoptante sea conocedor de esas necesidades y demuestre que va a poder satisfacerlas. La mayoría de la gente desconoce el alto porcentaje de “devoluciones” que sufren las protectoras; los animales no van con “ticket regalo” y esas devoluciones solo causan más sufrimiento y estrés a los animales en cuestión. Por lo tanto, si quieres adoptar un perro o un gato en una asociación y te mandan un cuestionario, el simple hecho de que dediques unos minutos de tu tiempo a contestarlo ya es un indicador positivo de tu intención de adoptar. Si contestar unas simples preguntas te parece tedioso, es que no estás tan interesado en el animal como quieres aparentar y en ese caso será mejor que, o bien no tengas animales, o bien busques otro medio…

La visita pre-adopción: el segundo paso, tras haber contestado al cuestionario y este se haya valorado como apto, es una visita a la nueva familia y su entorno. Tranquilos, no somos inspectores de hacienda ni cobradores del frac, sólo queremos conoceros un poquito más. Bien es sabido que a un cuestionario cualquiera puede responder lo que se supone que quieren obtener por respuesta los que han diseñado el cuestionario, pero en el cara a cara a veces es más complicado el engaño y aquel que no tiene nada que ocultar y de verdad está interesado en adoptar y salvar una vida, estará encantado de conocer a las personas que rescataron a ese animal y crear lazos con ellos. No vamos a juzgar tu forma de vida, ni lo ordenada que está tu casa, sólo queremos seguir con el duro proceso de asegurarnos de que nuestro peludo va a estar como se merece y será uno más de la familia. Cuando por razones de distancia no encontramos a ningún colaborador de la asociación que pueda realizar la visita pre-adopción en persona, solemos pedir que el adoptante nos envíe un vídeo casero y así poder agilizar el proceso.

El donativo: este es otro punto muy cuestionado. Muchas personas se preguntan por qué deben pagar por adoptar un perro o un gato y llegan a compararlo con las compra-ventas de las tiendas de animales o criaderos. La realidad es muy diferente. Las asociaciones no “cobran” por el animal que te quieres llevar a casa; el dinero que vas a entregar por la adopción sirve para que ese animal vaya en las condiciones que será entregado (desparasitado interna y externamente, chipado, vacunado y, en el caso de animales de más de 6 meses, esterilizado; y ten en cuenta que con lo que se suele pedir por la adopción en la mayoría de las protectoras sólo se cubre una parte de estos gastos, sin contar lo que ha costado la alimentación del animal mientras ha estado en la asociación o el tratamiento de las posibles enfermedades que haya podido padecer).

El contrato de adopción: tras haber pasado todos los requisitos anteriores, antes de que el animal sea entregado al adoptante, deberá firmar el contrato. Sí, otro papelito más que deberás leer y con el que deberás estar de acuerdo. ¿Otra vez te preguntas por qué? Es muy sencillo, porque es la única forma legal que tienen las asociaciones para garantizar, una vez entregado el perro o gato, que éste vaya a estar en las condiciones que se estipulan en las cláusulas contractuales mediante la firma, por duplicado, de ambas partes (adoptante y asociación).

El compromiso de esterilización: este es uno de los puntos más importantes. Hay quien se pregunta por qué las asociaciones obligamos a esterilizar (castrar) a los animales que damos en adopción. En primer lugar, lo más normal es que si adoptas un animal adulto de una protectora ya esté castrado, por lo que no tendrás que preocuparte por este asunto. En el caso de cachorros que aún no tienen la edad necesaria para poder ser sometidos a la cirugía, la asociación incluye en el contrato de adopción una cláusula específica en la que obliga al adoptante a someter al animal a la intervención quirúrgica correspondiente para esterilizarlo en cuanto tenga la edad necesaria (normalmente sobre los 6 meses de vida). La razón es obvia: se trata de evitar que siga habiendo camadas no deseadas y como consecuencia perros abandonados. No es ningún mito ni ninguna exageración; por desgracia, muchos de los cachorros de perritas de particulares que han criado “sin querer” o “queriendo”, terminan en familias inadecuadas que los cogen simplemente porque son cachorros regalados y luego no los cuidan como deberían, o en el peor de los casos, abandonados o maltratados. La esterilización es la única vía para evitar la proliferación de perros y gatos que terminarán en las calles. Y por eso es un requisito absolutamente indispensable en las adopciones a través de asociaciones.

Los seguimientos: pero ¿esto en qué consiste? La gran mayoría de las asociaciones y protectoras realizamos seguimientos de nuestros perros o gatos dados en adopción. Suele tratarse de visitas, llamadas o contacto a través de whatsapp en las que nos aseguramos de que el animal está bien y en las que, muchas veces, ayudamos al adoptante a lidiar con determinadas situaciones que se pueden presentar al tener cualquier animal en casa (“se hace pis en el salón”, “llora cuando se queda solo”, “el cachorrito lo muerde todo”…). No pretendemos invadir tu intimidad, las visitas serán siempre programadas para causarte pocas molestias; tampoco vamos por la vida de detectives privados ni acosadores, pero nos encanta seguir sabiendo de nuestros animales, ver que son felices y, afortunadamente, en la mayoría de los casos, los adoptantes están tan encantados como nosotros de mantener el contacto.

Con todo esto, esperamos que quede un poco más claro lo que hacemos y por qué lo hacemos. Nuestra prioridad es el bienestar de esos animales que hemos rescatado, por los que hemos llorado al verlos sufrir y con los que hemos reído al verlos recuperados. Forman parte de nosotros, ocupan un huequito en nuestros corazones y haremos lo que haga falta por ellos tanto antes como después de entregarlos en adopción.

Si aún así, todavía tienes dudas o quieres saber más sobre el proceso de adopción, estaremos encantados de resolver tus dudas y asesorarte en todo lo que podamos.

Muchas gracias. Y recuerda: ¡adopta! ¡salva una vida!