Una vez más, os escribimos para informaros de lo acontecido durante este mes de noviembre.

El mes se cierra sin altas ni bajas en el número de socios. A ver si, con suerte, el mes que viene sumamos alguno para acabar el año siendo más!!

Lo cierto es que noviembre ha sido un buen mes en las adopciones y, por eso, a diferencia de otras veces, vamos a comenzar con las buenas noticias.

Como ya os adelantábamos el mes pasado, Deví por fin está ya con su familia definitiva. Bien merecido lo tenía la pobre, que ha pasado de malvivir en la calle con la boca llena de llagas, a vivir primero en una casa de acogida donde ha sido la reina del mambo y acabar disfrutando de un hogar definitivo en el que comparte, además, sofá y mimos con otro minino. Estamos seguras de que será muy feliz y, como la tenemos muy cerquita, podremos seguir viéndola de vez en cuando, lo cual nos encanta!!

La siguiente afortunada ha sido Turba, nuestra pequeñaja, quien apareció en medio de la nada siendo tan solo un bebecito de pocos gramos. Se ha puesto hermosa y, como no podía ser de otra forma, ha terminado enamorando a su mami definitiva, quien tiene que llevar un caldero colgado del cuello para recoger las babas que se le caen constantemente con su nueva panterita. Turba no ha tardado ni 24 horas en tomar el control de la casa, se ha adaptado fenomenal y ya puede disfrutar del calor y el cariño de un hogar de verdad.

Y el gran notición del mes corre a cargo de nuestros mosqueteros! Sí, aquellos tres gatitos que fueron abandonados en una de las colonias del Proyecto CES. Como ya sabéis, uno de ellos, Portos, falleció atropellado por un coche. Era uno de nuestros mayores miedos con ellos y no queríamos que a sus hermanos les pasara lo mismo, así que no hemos parado hasta conseguirles una familia. Pero es que además, han sido adoptados juntos!! Atos y Aramis podrán seguir juntos el resto de sus vidas y sin el temor de vivir en la calle. Es la noticia que más nos alegra el mes; todas las adopciones son una alegría, claro, pero los demás gatos disfrutan de casas de acogida y estos dos hermanitos no tenían ese privilegio, por lo que sus vidas estaban en constante peligro y saber que, por fin, estarán a salvo siempre, es un alivio enorme.

Los demás, siguen a la espera de su oportunidad, que llegará, nunca hay que perder la esperanza.

De hecho, alguno tendrá que esperar menos que otros… Tenemos buenas noticias para Harlem, pero aún no hay nada oficial, así que de momento lo dejamos ahí… Ya sabéis que no nos gusta adelantar acontecimientos; siempre tenemos el miedo de gafarlo todo por contarlo antes de tiempo…

Pepa, la rechoncha, le tiene ganado el corazón a su humana de acogida. Esta carey se la come a besos cada vez que la tiene cerca. Bueno, Pepa se lo debe comer todo, porque parece que cada vez está más gordita, jejeje. Es una bolita de pelo, dulce y cariñosa que ya lleva más de un año esperando su media naranja, así que como esta parece resistirse, hemos pasado a buscarle una media manzana o media pera, lo que sea. Seguro que en algún lugar está ese alguien que se quede prendado de su intensa mirada; seguiremos buscando hasta dar con él.

Carbón, está de maravilla. Ya os contamos que el mes pasado fue intervenido para amputar su pata izquierda, y lo lleva fenomenal. Hace una vida perfectamente normal, corre, salta, juega, como cualquier gato de su edad. Es un chavalín de un añito y está sano como un roble. Ahora que ya no tiene ese lastre que suponía aquella pata sin movilidad, se desenvuelve genial. Sabemos que no será fácil conseguir que alguien se fije en él; es un gato adulto, negro y, para colmo, le falta una pata, pero qué importa todo eso cuando eres cariñoso, divertido e inteligente, no? Hemos tenido que esperar un año para tomar la decisión de amputar la pata, pero sabemos que es lo mejor que podíamos hacer por él. Ahora nos toca seguir peleando para hacerlo visible y encontrarle una familia definitiva.

Por su parte, Terry, el abuelete, va tirando, que no es poco. Esta época del año, con el frío y la humedad, es un poco dura para los animales con artrosis. Y más aún cuando se trata de un perro que se niega a dormir bajo cubierto; parece mentira que prefiera estar al raso, pero así es. El muy cabezota no quiere saber nada ni de la caseta que uno de nuestros adoptantes nos donó el mes pasado para su disfrute, así que nada, será lo que él mande, que para eso es el que más canas tiene de toda la asociación, y las canas mandan, eso ya lo sabemos todos, no? Por lo demás, está genial y, una vez más, no perdemos la esperanza de encontrarle el mejor de los hogares que se adapte perfectamente a sus necesidades y particularidades.

En cuanto a las nuevas entradas, las ha habido, pero han sido casos muy peculiares. En primer lugar, apareció Globito. De un día para otro apareció en los alrededores de la Colonia Roca (aquella en la que han desaparecido misteriosamente todos los gatos que la formaban y de los cuales cinco de ellos ya estaban castrados); pero su estado era desolador… Tenía la cara hinchada como un globo (de ahí su nombre) debido a la acumulación de pus; no sabemos qué pudo pasarle, si fue un atropello, una pelea… Lo recogimos y lo llevamos de inmediato al veterinario pero, como ya nos temíamos, no se pudo hacer nada por él. En situaciones como esta nos invade la rabia, la frustración, la ira, porque es doloroso solo pensar por lo que tuvo que pasar el pobre, muriéndose lentamente, en silencio, sin molestar a nadie… Ahora ya descansa en paz al otro lado del arco iris y solo podemos consolarnos pensando que sus últimos momentos estuvo arropado por alguien y no se fue solo.

Pero por si con Globito no hubiera sido suficiente, tres días después aparece en una de las colonias del Proyecto CES una gatina con la cara completamente cubierta por pus y costras. No sabíamos qué podríamos encontrarnos al limpiar todo aquello y lo que había era una severa infección que afecta a sus vías respiratorias altas y a sus ojos; el izquierdo presenta una úlcera bastante fea y aún no sabemos cómo evolucionará. De momento ella ha mejorado bastante; está con tratamiento y esperamos una recuperación completa antes de plantearnos castrarla y volver a soltarla en la colonia. La hemos llamado Trola, porque nos parece mentira que haya podido sobrevivir en su estado hasta ahora. Pero su vida ya ha empezado a cambiar; seguirá bajo nuestros cuidados hasta que se recupere y después pasará a formar parte de los gatos controlados del Proyecto CES, donde, como a todos, no le faltará comida ni atención veterinaria si volviera a necesitarla.

Con respecto al Proyecto CES, este mes se capturaron dos gatos, un macho y una hembra, que ya han sido castrados y devueltos a su colonia. A ver cómo se presenta el mes de diciembre para retomar las capturas y las esterilizaciones.

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Por el momento, estas son las novedades que os podemos contar. Como siempre, os seguiremos manteniendo informados de todo lo acontecido para que podáis sentiros parte de esta pequeña gran familia.

Muchas gracias!!!