Una vez más, os escribimos para informaros de lo acontecido durante este mes de abril.

Esperamos que el confinamiento no se os esté haciendo muy duro; al parecer, pronto empezará la desescalada y, con suerte (y responsabilidad), iremos volviendo a la normalidad poco a poco, o esa es la esperanza que nos queda a estas alturas, ¿verdad? Desde el equipo de APA-Pegasos queremos enviaros mucho ánimo para seguir con lo que nos queda por delante en esta situación.

Como os podéis imaginar, este mes no tenemos grandes novedades; el estado de alarma nos mantiene aún bajo mínimos de actividad, aunque alguna cosilla sí tenemos para informaros.

Este mes hemos tenido una baja de uno de nuestros asociados y hemos hecho dos socios nuevos; ya somos 25 socios, más los tres fundadores.

Sobre los animales ya acogidos (Carbón, Kokoa, Deví, Niko y Pepa) no hay mucho que decir. Siguen como hasta ahora, sin cambios; todos estupendos, pero sin posibles adopciones a la vista (salvo Kokoa, que ya sabéis que está pre-adoptada, aunque no ha podido irse aún con su nueva familia debido a la limitación para desplazarse por parte de su adoptante).

Pero hemos sumado un peludito pegasero a nuestra familia. Ya casi terminando el mes nos dieron aviso de un perro mayorete que se encontraba en un pueblo en muy malas condiciones. Nos enviaron unas fotos y nos contaron un poco su historia y decidimos que no podíamos mirar hacia otro lado. El susodicho se llama Terry, es un perro grande, cruce de nórdico, de 14 años. Al parecer su dueño falleció hace unos años y desde entonces es un “perro del pueblo”… Se supone que unos vecinos se iban a hacer cargo de él, pero en realidad vive en las calles del pueblo y al final es de todos y de nadie. La consecuencia de todo esto es la de siempre, el pobre animal está hecho un cristo, desnutrido y totalmente abandonado. Como siempre, la mayor dificultad que se nos ponía por delante para poder hacernos cargo de él, era encontrar una casa de acogida urgentemente. Ya sabéis que las casas de acogida suelen brillar por su ausencia y eso nos limita enormemente en nuestra labor; si no tenemos donde meter a los animales que nos necesitan, no podemos hacer nada y sentirnos atados de manos y pies nos causa una gran comezón en el corazón cuando sabemos que la vida de algún peludo depende de que lo saquemos de la calle cuanto antes. En esta ocasión, la casa de acogida de nuestra Pepa, a pesar de tener ya el cupo bastante lleno entre ella y sus animales propios, decidió echarnos una mano (muchísimas gracias, Ana). Gracias a eso, pudimos ir directas a por él y llevarlo al veterinario. Su aspecto era verdaderamente penoso; el pelo sucio y desaliñado, bueno, el poco que le queda, porque tiene calvas por todo el cuerpo y la piel llena de costras, llagas y heridas, una carita de pena llena de canas que te parte el alma al mirarle a los ojos, unos ojos azules que desvelan la tristeza acumulada a sus espaldas durante años, con los huesos cansados hasta dificultarle el caminar y la cabeza baja debido a la debilidad causada por su desnutrición. Todo un cuadro, el pobre. Se portó muy bien durante la exploración en el veterinario; le realizaron varios raspados de piel cuyo resultado confirmó lo que ya sospechábamos; tiene sarna. También le extrajeron sangre y realizaron test de leishmaniosis; en este caso, tuvimos suerte y el resultado fue negativo. Lo primero fue un bañito terapéutico para empezar a tratar la sarna; no le hizo tanta gracia, pero se lo perdonamos todo porque ya es uno de los nuestros. Ahora ya está en su casa de acogida, con tratamiento, claro, y esperamos empezar a ver resultados en unas semanas. Por el momento, su aspecto ya ha cambiado, sigue teniendo unas pintacas, pero su piel y las heridas ya han mejorado algo, aunque solo sea por la mejoría de las infecciones secundarias. Iremos subiendo fotos de su evolución en nuestras redes sociales y página web; os invitamos a seguir a Terry de forma virtual. Y os mantendremos informados.

Con respecto al Proyecto CES, este mes seguimos sin poder realizar capturas. En cuanto tengamos luz verde, nos pondremos de nuevo manos a la obra con las jaulas trampa. Para colmo, este mes nos quedamos sin una gota de pienso para los gatos de nuestras colonias. Afortunadamente, hicimos un llamamiento en Facebook y hubo una gran respuesta; recibimos varios donativos, en total 218,7 kg de pienso, 7 latitas y 15€ para que compremos más pienso. Eso nos concede un ligero desahogo y nos permitirá cierta tranquilidad durante una temporada. Estamos muy agradecidas a las personas que han puesto su granito de arena para que nuestros callejeritos no pasen hambre.

Por el momento, estas son las novedades que os podemos contar. Como siempre, os seguiremos manteniendo informados de todo lo acontecido para que podáis sentiros parte de esta pequeña gran familia.

Muchas gracias!!!

Datos abril 2020