Me llamo Rex! He dejado mi antigua vida atrás y ¿sabéis qué? No la extraño para nada!
Aparecí un día lluvioso en la calle, pensaron que estaba atropellado pero no era así; el frío y la humedad hacían que mis patitas no funcionaran bien, pero unas semanitas con calor y medicación y... ¡¡vaya cómo he mejorado!!

Tengo 15 años, estoy sordo y casi totalmente ciego pero todo ello no me impide ser un solete. A pesar de mi edad, aguanto sin hacer mis cosas y aunque me canso rápido, me gusta salir a pasear, que me de el aire y olisquearlo todo por ahí. Me llevo bien con otros perros y me gustan los mimos.